Los bosques y el cambio climático
( Publicado en Revista Creces, Agosto 2002 )

Ya parece estar claro que el incremento del CO2 atmosférico y el consecutivo aumento de la temperatura global del planeta (efecto invernadero) se deben a la creciente quema de combustible fósil, principalmente por parte de la industria y los vehículos de transporte. Diversos cálculos estiman que de continuar el incremento del CO2 al ritmo actual, para el año 2050 éste aumentaría al doble, lo que causaría dramáticos cambios climáticos en las diversas regiones del planeta (Informe del efecto invernadero).

Sin embargo, algunos estiman que si aumenta la concentración de CO2 atmosférico, se produciría un efecto secundario favorable, ya que ello induciría un mayor crecimiento de los árboles de los bosques. Si esta suposición es cierta, habría algunas esperanzas de que la mayor cantidad de CO2 producido, podría ser paralelamente secuestrado por el mayor crecimiento de las mismas plantas, alejando los riesgos de cambios climáticos.

Pero los resultados de experiencias realizadas durante cuatro años por William Schlesinger y sus colaboradores de Duke University en Carolina del Norte, echan por tierra esta suposición. Según lo que ellos observan, el incremento del CO2 atmosférico, no se traduce en una significativa mayor retención de éste por parte de los árboles (New Scientist, 13 de Abril de 2002, pág. 16). Según Schlesinger, las experiencias anteriores que permitían afirmar esta posibilidad, se realizaron en invernaderos, donde el ambiente era sellado. "Otra cosa es lo que ocurre en el ambiente abierto", dice Schlesinger.

El estudio consistió en monitorear el crecimiento de árboles maduros en Duke Forest en Carolina del Norte. Para ello estudiaron seis lotes de árboles, con 32 pinos cada uno. En tres de ellos, los árboles estuvieron sometidos a un bombeo de aire enriquecido con CO2, tratando de imitar la concentración que alcanzaría éste en el año 2050. En los otros tres lotes, se bombeó aire con el contenido actual de CO2.

Observaron que los árboles que estuvieron sometidos a la atmósfera del 2050, retuvieron un 27% más de CO2 que los del grupo control, lo que está lejos de ser suficiente frente al incremento que se espera en los próximos 50 años. Es decir, se desvanece la esperanza que los bosques sean suficientes como para contrarrestar el calentamiento global de la Tierra y sus consecuencias.

Por otra parte, Hill Steffen de la Academia de Ciencias de Suecia, opina que al elevarse el CO2 en la atmósfera, se elevará también la temperatura, lo que causaría mayores incendios de bosques, produciendo una mayor liberación de CO2 Steffen opina que además se incrementaría la degradación de las hojas por los microbios, lo que también significaría una mayor liberación de CO2 a la atmósfera. Según señala recientemente Jeffery Richey, "en definitiva los bosques liberan tanto CO2 como el que absorben" (Nature, vol. 416, año 2002, Pág. 617).

En otras palabras, la única forma de prevenir lo que tanto se ha anunciado, es disminuyendo su producción, lo que no parece aceptar el Gobierno de Estados Unidos.



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